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Si te estás haciendo la pregunta: «¿En qué sentido debo orientar la silla de mi hijo en mi vehículo?». No te la harás por mucho más tiempo. Tenemos mucho que contarte sobre el tema, y bien podría ayudarte a tomar la mejor decisión para la seguridad y comodidad de tu hijo.
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Como ya sabe, un niño no es tan robusto y resistente como un adulto. Sus cabezas son proporcionalmente más grandes y pesadas. Su cuello y su columna vertebral son todavía muy frágiles. Sus reflejos y su capacidad de reacción son limitados. Sólo a partir de los 4 años las zonas sensibles de tu hijo se vuelven más robustas. Antes de esa edad, hay que extremar la vigilancia.
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Su cuerpo queda sujeto por los arneses y su cabeza sale despedida hacia delante con una fuerza considerable.
Dependiendo de la edad del niño y de la violencia del impacto, los hombros, el cuello y la cabeza, que aún son muy frágiles, pueden sufrir graves traumatismos.
El cuerpo del niño es empujado hacia la parte inferior del asiento en lugar de salir despedido. La energía de una colisión frontal se distribuye uniformemente por la superficie del asiento y las zonas sensibles del cuerpo del niño quedan perfectamente protegidas.
En el vídeo siguiente, puedes ver la diferencia de movimientos corporales entre las posiciones de delante a la carretera y de atrás a la carretera en una colisión frontal. Te ayuda esto a comprender mejor la importancia de la orientación de la silla de coche?
POSICIÓN CARA A LA CARRETERA
40% riesgo de lesiones graves
(Riesgo de «latigazo cervical», lesiones de hombro/pelvis y posibles calambres en las espinillas para los motoristas más altos)
POSICIÓN CAMINO DE VUELTA
8% riesgo de lesiones graves
(columna cervical mejor conservada, piernas agrupadas en posición fetal)
Según algunos padres, la posición orientada hacia atrás es incómoda para sus hijos porque no ofrece suficiente espacio para las piernas. Los niños son más flexibles que los adultos. Prefieren doblar o cruzar las piernas cuando están en el asiento del coche en vez de dejarlas colgando en el aire (entumecimiento, hormigueo, etc.) Muchos asientos de coche en sentido contrario a la marcha son adecuados para niños en edad de crecimiento. Algunos ofrecen incluso hasta 30 cm más de espacio para las piernas.
Algunos adultos se oponen a las sillas de coche orientadas hacia atrás porque creen que sus hijos no pueden disfrutar de la vista y que esto hace que su viaje sea aburrido. Por ello, hay que señalar que las sillas de coche orientadas hacia atrás son más altas que las orientadas hacia delante y permiten a tus hijos observar el mundo que les rodea a través de la ventanilla lateral. Es más, al quitar el reposacabezas del coche, tu hijo puede tener una visión clara por la ventanilla trasera en lugar de tener que fijar el asiento delantero.
Las náuseas en el coche no suelen deberse a la orientación de la silla, sino a otros factores (calor, visibilidad, etc.). Si tu hijo se marea con facilidad en el coche, recuerda mantener una buena temperatura en el vehículo, asegúrate de que puede ver por la ventanilla y evita las comidas copiosas justo antes del viaje.
Antes de la norma R129, era obligatorio, por su seguridad, transportar a los niños en una silla de seguridad de espaldas a la marcha hasta que alcanzaran un peso de 9 kg (alrededor de los 9 meses).
Ahora, con esta nueva norma, es obligatorio dejarlos en esta posición hasta los 15 meses.
Nosotros, el equipo Babylor, te aconsejamos que mantengas a tus hijos orientados hacia atrás el mayor tiempo posible, al menos hasta los 4 años.
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